El pasado domingo día 22 de septiembre se celebraba el aniversario de muchas primeras emisiones de series norteamericanas: Lost (2004), The West Wing (1999) o incluso Cosas de casa (1989). En nuestro perfil de Instagram hemos destacado algunas de estas series, especialmente las que guardan relación directa con aspectos sociales, de estructura social y también de factores que afectan al colectivo.
Así, por ejemplo, Person of Interest y su apuesta por el uso de las nuevas tecnologías orientadas a la seguridad, o la premiada The Good Wife (y su spinoff The Good Fight), que trata el uso de datos por parte de un buscador y el papel de agencias públicas en la vigilancia y escuchas. Todo ello forma parte del ser social moderno.
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Puntos en común entre todas las series
Aunque podría parecer completamente descabellado poner en el mismo plano a Steve Urkel y a Josh Lyman o Hugo Reyes, desde Escuela de Ciudadanía tratamos de mirar el dibujo completo y extraer los puntos en común entre todas estas series, y alambicar el contenido social, de estructura y roles societales. En grupos sociales abiertos, y concretamente en colectivos quasifamiliares, como son los Winslow, el gabinete del Presidente o el grupo de supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines, cada personaje cumple un papel que completa al grupo: sin Urkel, Laura sería diferente; sin Josh el papel de Leo McGarry o el ascenso de Santos habrían sido muy otros, y sin los números de Hurley no se entendería el núcleo de la trama.
De la misma manera, los diferentes actores, colectivos, think tanks y lobbies actúan en la sociedad, se relacionan y sus factores internos afectan al colectivo. Piensen sino en el ascenso de líderes como Pablo Iglesias o Albert Rivera, y su diferente influencia en los bordes de la actualidad política actual, después de haber formado parte del núcleo principal de la política estatal y de sus partidos.
The West Wing y LOST: mucho más que series
Más allá de los gustos y preferencias personales, dos de estas series destacan por encima de todas: LOST (Perdidos) y The West Wing (El ala oeste de la Casa Blanca). En ambas se trata el poder de dirigir el destino del mundo, desde la cosmovisión norteamericana del poder hegemónico de los EUA: mientras que la isla de Perdidos domina una fuerza sobrenatural que mantiene el equilibrio entre el bien y el mal, en los pasillos del Ala Oeste se debaten las políticas que van a rule the world a través de su presidente, Josiah Bartlet.
Tal y como sostienen algunos estudiosos, la serie de Aaron Sorkin tuvo una gran influencia en la política norteamericana y en la elección del senado Barack Obama como candidato a presidente y sus posteriores mandatos, gracias a la figura de Matt Santos (Jimmy Smits, también senador Organa, padre adoptivo de Leia en Star Wars).